Silao, Guanajuato; 23 de febrero.- “En este taller vamos a ver y a palpar las situaciones que se viven dentro de una familia con un hijo que tiene alguna discapacidad y que antes no se tenía la posibilidad de hablar del tema”, informó José José Grimaldo Colmenero, director del Instituto Guanajuatense para Personas con Discapacidad.
Ante la presencia de 37 familias arrancó el “1er Taller para Padres don Hijos con Discapacidad” que se llevará a cabo de manera virtual y donde participan familias de 11 municipios: Celaya, León, Cuerámaro, San Francisco del Rincón, Jaral del Progreso, Coroneo, Silao, Celaya, Salvatierra, Irapuato, Guanajuato, Yuríria.
José Grimaldo reconoció que “si ser padre, significa un cambio de vida, ahora imaginen cuando nace con alguna discapacidad”.
Al referirse a su experiencia personal, José Grimaldo narró que cuando él nació ya habían 6 hermanos antes y cuando él llegó no había servicio médico cerca, así que sus padres se enteraron de su discapacidad cuando lo vieron, sin embargo refiere que contar con el apoyo de sus padres ha sido la fuerza para salir adelante.
Ana Estela Velázquez, Coordinadora del Centro de Rehabilitación, al dar la bienvenida, explicó que con el taller se espera que los asistentes tengan un intercambio de experiencias, de recomendaciones y herramientas para dar acompañamiento a las personas con discapacidad.
Durante la reunión virtual entre madres y padres de familia, Marisela Herrera, quien tiene un hijo con talla baja y Erní Pérez que tiene una hija con Síndrome Down, coincidieron en reconocer que los primero que se siente es miedo y desconocimiento al enfrentar una situación que no se tenía prevista.
Sin embargo, reconocieron que frente al poco avance de información y desconocimiento de las diferentes características que tiene cada discapacidad, el mejor consejo que se puede dar para avanzar, es reconocer a la persona, entender la dignidad y ayudarla a encontrar su propósito en la vida.
En el análisis de casuística, Grimaldo destacó la importancia de fomentar el amor entre hermanos, abuelos, padres y hasta los amigos que rodean a una persona con discapacidad, a fin de evitar que no se sientan excluidos, agredidos o marginados.
Entre los comentarios vertidos por los asistentes se reconoció que la rehabilitación de un niño con discapacidad, debe de ser desde que nace y no sólo físicamente sino también intelectualmente, así lo señaló la mamá de Maritza, quien tiene una discapacidad físico-motora.
Los participantes tendrán una sesión semanal con el apoyo de un grupo de expertos multidisciplinarios del Centro de Adaptación de diferentes disciplinas donde se abordaran diferentes temas como roles dentro de la familia, apoyo mutuo, entre otros.
