En días pasados la Gobernadora electa para el Estado de Guanajuato, Libia Dennise García Muñoz Ledo envió en mensaje en redes sociales, donde nos cuenta como le fue en su gira por Estados Unidos, en un video, habla de la reunión que sostuvo con la Subsecretaria de asuntos Internacionales del departamento del Trabajo de Estados Unidos, Thea Lee. La Gobernadora electa plantea seguir estrechando los lazos con Estados Unidos, para generar mejores prácticas en materia laboral, reconoce como su función, “garantizarles a los trabajadores esa libertad que tienen de asociación, que los sindicatos sean verdaderos representantes de las voces de los trabajadores”, y como tarea “un centro de conciliación cada vez más fuerte, y que las condiciones en las que trabajan nuestra trabajadoras y trabajadores vayan mejorando cada vez más”; también nos recuerda que en campaña ofreció lactarios, estancias infantiles y un dialogo permanente para que las empresas que lleguen a Guanajuato respeten los derechos laborales. Suena bien el discurso, no debiéramos olvidar que, las administraciones Estatales de los últimos 30 años, se han caracterizado por ofrecer a los empresarios atractivos paquetes de infraestructura, facilidades fiscales, mano de obra barata y paz laboral, para cumplir a quienes decidieron establecerse en el Estado de Guanajuato, han requerido de aliados, entre ellos, el sistema judicial laboral del Estado y una estructura Sindical Charra, blanca y pasiva, que vende, paga y trafica protección.
El mensaje es señal de un posible giro en esta estrategia laboral de la gobernadora electa, eso es importante y suena bien; Sin embargo, considero que, lo que las trabajadoras y trabajadores requieren es, que el Estado elimine las trabas y trampas que les dificultan su libre organización; Sus derechos y obligaciones están establecidos en las normas laborales, ellos las conocen y, tanto los empresarios, el ejecutivo como los juzgados laborales deben respetarlos. El rezago en los derechos laborales en Guanajuato y en México es consecuencia de un esquema viejo de cacicazgos y corrupción sindical, por tanto, habrá que esperar de Libia Dennise señales como, capacitar al personal del centro Estatal de Conciliación Laboral y la estructura estatal de los juzgados laborales para evitar malas prácticas en contra de la clase trabajadora, así mismo a las fuerzas policiacas Estatales para evitar intimidaciones y/o represión contra las y los trabajadores organizados. Finalmente habla de dialogo constante, pero no dice con quién, esperemos que ese dialogo constante incluya a las y los trabajadores.
Desde la trinchera de la represión,
El Hijo del Seboruco.